domingo, 4 de mayo de 2014

Por Audrey






Nunca he sido fan de ninguna estrella de cine ni del mundo musical, las paredes de mi cuarto nunca han estado forradas de posters con sus fotos. Salvo por uno que tengo desde hace años. El de Audrey Hepburn.

Debo confesar que al principio esta leyenda solo era para mi un ejemplo de estilo y belleza, pero con los años he ido descubriendo lo grande que fue esta mujer. 
Después de todo, la imagen que tengo de ella es la de una mujer humilde que cultivaba su propio huerto en el jardín de su casa y que dedicó toda su vida a ayudar al tercer mundo.

La característica fotografía de Breakfast at Tiffany´s es un símbolo del brillante recorrido que tuvo en el mundo del cine, pero para mi el mérito más grande que hizo fue el de ser considerada embajadora de UNICEF por su dedicación durante años. Su compromiso social y su amor por África hacen que yo a día de hoy mantenga su poster en mi pared.

Se consideraba una mujer tímida, pero a pesar de ello sus compañeros dejaron plasmado que su encanto y naturalidad conseguía embelesar a cualquiera. Sin embargo, Audrey no tuvo suerte al elegir a su compañero de vida, hasta que encontró a su tercera pareja y decidió pasar la última etapa de la vida a su lado. A pesar de haber sufrido la perdida de varios embarazos, la actriz consiguió tener dos hijos con sus dos parejas anteriores y volcó su sentido maternal en cada una de sus acciones humanitarias en las que colaboró. 



Es muy probable que su dedicación se debiera a los horrores que vivió durante la Segunda Guerra Mundial. Su hermano fue llevado a un campo de concentración y su tio fue fusilado. 
«Tenía exactamente la misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos diez años cuando empezó la guerra y quince cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en holandés en 1947. Lo leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no lo veía así, no solo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente». (Audrey Hepburn)

A pesar de toda la fuerza que demostraba al entregarse en cuerpo y alma a luchar contra la pobreza, la gente que la conoció aseguró que"Bajo su inmaculado y cultivado estilo descubrimos a alguien increíblemente frágil, alguien que, por razones que desconozco, parece necesitarnos". (Judith Kranz)

Por otro lado, es cierto que ella marcó un nuevo cannon de belleza alejado de las curvas sinuosas de Marilyn Monroe, pero su delgada figura no solo fue gracias a su constitución. La actriz llegó al mundo de la moda tras haber sufrido el hambre de una guerra y las exigencias a las que la sometía el mundo del ballet.

Sin embargo no fue esto lo que la puso en los ojos de todas las mujeres de su época hasta la actualidad, sino el nuevo concepto de sofisticación que trajo consigo. La elegancia por la que ha sido tan admirada provenía precisamente de su sencillez.

Hoy, 85 años del nacimiento de Audrey, las mujeres del mundo seguimos pensando en ella.

Buenas tardes, sean felices.