lunes, 7 de abril de 2014

Reinventando Sevilla





Bonne nuit! Hoy vengo a hablaros de una deuda que tenía pendiente con esta ciudad. La primavera pasada vine por primera vez y las circunstancias me obligaron a tener la mente y la mirada perdida, no fui capaz de prestarle la atención que se merecía y se me quedó esa espina clavada. Un año después me regalaron volver aquí con la promesa de irme con una Sevilla nueva en mi cabeza, y así sucedió.

Salir de entre las sabanas, bajar de un salto a la calle y ver que ahí, a dos pasos, está la catedral con su hermosa giralda y sus coches de caballos. Pasear todo el día y toda la noche, mirando alrededor y sintiéndome parte de todo aquello. Deseando que el olor que caía de los naranjos se pegara a mi piel para no irse nunca jamás. Desayunar fresas en Plaza España, quitarme las medias y tomar el Sol en el puente de Triana o beberme un tinto en el mirador de Las Setas. ¿Como no iba a gustarme? Es inevitable sonreír en este lugar.

He vuelto con unas sensaciones buenísimas ligadas a esta ciudad y con muchas ganas de volver a recorrermela pronto. Así que si estáis pensando en hacer una escapadita en primavera, Sevilla es el lugar perfecto.

 Un besazo, feliz semana! :)