martes, 29 de abril de 2014

Aire







Llega la primavera y el cuerpo empieza a despertarse, a sobresaltos, como si le acabaran de echar un jarro de agua fría.  Desaparecen los días grises y la monotonía para traernos una sobredosis de actividad. Más que  la llegada del Sol y el polen de las flores, lo que más me altera es la falta de aire.

La bajada de tensión que me provoca esta estación se junta con el estrés y me deja una sensación rarísima en el pecho.

La primavera siempre ha sido mi estación preferida,  pero este año estoy tan saturada que me falta tiempo para prestarle atención.

No sabría decir si los días se me hacen demasiado largos o demasiado insuficientes, pero lo que se seguro es que me falta espacio.
Me falta tiempo para retomar la novela que dejé a medias hace unos meses, para salir a recoger inspiraciones, para descansar por las noches y para estar despierta por las mañanas. Me falta la sensación de sumergirme en al agua y sentir todo el mar a mi alrededor, sin ningún peso sobre mi. Pero sobre todo me falta tiempo para estar conmigo misma, sola. A mi aire.  Y así poder disfrutar sin peso de la gente que tengo alrededor. 

Cojan aire y sigan sonriendo. Buenas noches.




jueves, 17 de abril de 2014

Mientras duró.



Buenas tardes, supongo que muchos de vosotros estaréis disfrutando de las vacaciones de semana santa, en mi caso he decidido pasarlas en mi lugar de origen y (como siempre) me afloran algunas sensaciones que en Málaga permanecen dormidas. Cuando me abrí este blog prometí escribir con la humildad en una mano y la sinceridad en la otra y eso me obliga a escribir lo que siento sin esconderme de nada, por delicado que me resulte el tema. Pues bien, allá va.

Cada vez que vuelvo aquí no puedo evitar sentir un vacío enorme al ver personas o lugares que algún día fueron los pilares de mi vida y que ya no significan nada. Cuando el tiempo pasa y te encuentras en ese lugar te das cuenta de que ni tu eres la misma ni el lugar parece el que fue. Y derepente ese sitio te parece que está hueco. 
Hoy recuerdo momentos que conformaron hitos en etapas anteriores y me resulta inconcebible darme cuenta de que a día de hoy no me acompañan. De que en algún momento el tiempo hizo que dejaran de importarme o que incluso yo misma me obligué a olvidar. Supongo que todos hemos dejado a personas atrás porque la vida ha hecho que tomemos caminos diferentes. Todos tenemos amigos que un día fueron para nosotros lo más valioso y con los que hoy nos cuesta encontrar un tema de conversación. O personas a las que nos encantaría abrazar y que cambiaron tanto que hoy ya no existen.

Hemos vivido cosas tan grandes que trazaron las vías por las que hoy caminamos, hemos llorado de emoción, hemos saltado de alegría, hemos gritado de rabia y hemos amado hasta doler a personas que hoy no están en nuestras vidas. Y no pasa nada.

Mentiría si dijera que no he tardado unos días en conseguir darle la vuelta a la sensación de angustia que me provocaba pensar en esto, pero creo que ya lo he hecho. Esas personas que dejaron de importarnos lo hicieron porque ya no nos hacían felices ¿y que más da? si llegaron otras después capaces de llenarte aun más. Si hoy tu vida está trazada por otros momentos que marcarán los hitos que recuerdes dentro de unos años y de personas a las que echarás de menos cuando se vayan, pero que aun siguen contigo.

Los momentos que viviste no han desaparecido. Siguen ahí, en las noches que pasas abriendo carpetas de fotos y en los días de lluvia en los que abres la caja donde guardaste las cosas importantes. En las veces en las que las miras y te permites un rato para reir o para llorar con ellas; yen las que luego vuelves a la vida real donde te espera la gente que te sigue importando.

 Y te vas tranquila al saber que nadie se los llevó, que allí se quedaron los parasiempres, atrapados en un tiempo en el que siempre fue así... mientras duró. 



Para acabar la entrada he querido poneros dos citas de un libro que espero adquirir pronto. Se llama Los mitos de la felicidad, de la profesora de la Universidad de California Sonja Lyubomirsky.

 “Cuando reflexionamos sobre lo mejor o lo peor que nos haya ocurrido durante los últimos años, puede que nos sorprendamos al darnos cuenta de que a menudo son las dos caras de la misma moneda”

 “Nada en la vida es tan importante como piensas que lo es mientras piensas en ello”.


Muy buenas tardes, sigan construyendo recuerdos! :D 

lunes, 14 de abril de 2014

Por la belleza real


Buen día y feliz lunes! Si accedéis a este blog a través de mi pagina  web ya sabréis que me apasiona el mundo de la comunicación y que soy amante de la buena publicidad. Es por ello por lo que tal vez sea más consciente del peligro que tiene si se enfoca de manera inadecuada. 

Casi desde que nacemos percibimos un ideal de belleza cargado de estereotipos inalcanzables y aunque somos conscientes de que lo son, seguimos persiguiéndolo de manera casi inconsciente. Un determinado peso, una determinada altura, una talla concreta de sujetador, una piel perfecta, unos ojos grandes, un cuerpo tonificado... lo vemos a todas horas y nos exigimos entrar en ese cannon.
Creo que no me equivoco si digo que a todos nos suena a demagogia barata eso de que el físico no importa cuando tenemos todo este bombardeo detrás. Las industrias crean conscientemente complejos y aprovechan las carencias de los consumidores para obtener oportunidades de negocio; pero no debemos olvidar que eso es precisamente lo que somos en el mundo de la belleza perfecta: consumidores.

Todos estamos expuestos a estos estímulos, sin embargo el público femenino es mucho más vulnerable a sus efectos. Interiorizamos una serie de complejos que nos hacen ser infelices con nosotros mismos y nos creamos problemas de seguridad, autoestima, amor propio e incluso anorexia o bulimia. Y resulta realmente aterrador.



No quiero decir con esto que no debamos controlar lo que comemos o que hacer ejercicio sea una mala decisión (todo lo contrario!), tan solo pienso que no debemos obsesionarnos. La belleza es un concepto tan subjetivo como el arte, es eso que te transmite esa persona por la forma en la que levanta una ceja cuando se enfada, o la gracia con la que anda por la calle, o el tono en el que te habla. El color de los ojos no dice nada, pero si la profundidad con la que miran. Y los detalles que hacen única a esa persona son los que le otorgan su belleza, por encima de las cremas que use o los kilos que "le sobren". Una sonrisa que transmita atrae mucho más que unos dientes perfectos, y a veces se nos olvida.

No obstante, reconduzco el tema a la frase con la que he empezado esta entrada; existe la buena publicidad. Hace poco quise buscar un ejemplo de ello y encontré  la Fundación para la Autoestima de Dove. Quiero que la juzguéis por vosotros mismos, así que os dejo los vídeos y un ratito para pensar. 

Un besazo, sean felices! :)





lunes, 7 de abril de 2014

Reinventando Sevilla





Bonne nuit! Hoy vengo a hablaros de una deuda que tenía pendiente con esta ciudad. La primavera pasada vine por primera vez y las circunstancias me obligaron a tener la mente y la mirada perdida, no fui capaz de prestarle la atención que se merecía y se me quedó esa espina clavada. Un año después me regalaron volver aquí con la promesa de irme con una Sevilla nueva en mi cabeza, y así sucedió.

Salir de entre las sabanas, bajar de un salto a la calle y ver que ahí, a dos pasos, está la catedral con su hermosa giralda y sus coches de caballos. Pasear todo el día y toda la noche, mirando alrededor y sintiéndome parte de todo aquello. Deseando que el olor que caía de los naranjos se pegara a mi piel para no irse nunca jamás. Desayunar fresas en Plaza España, quitarme las medias y tomar el Sol en el puente de Triana o beberme un tinto en el mirador de Las Setas. ¿Como no iba a gustarme? Es inevitable sonreír en este lugar.

He vuelto con unas sensaciones buenísimas ligadas a esta ciudad y con muchas ganas de volver a recorrermela pronto. Así que si estáis pensando en hacer una escapadita en primavera, Sevilla es el lugar perfecto.

 Un besazo, feliz semana! :)