Alba Claverias |
Todos tenemos mecanismos de defensa que activamos cuando nos
hacen daño, el problema es que esos mecanismos se mantienen activados durante
bastante tiempo. A partir de esto nos creamos un bloqueo emocional, nos
esforzamos en dejar de sentir y dejamos de implicarnos con las personas. Puede
que te refugies en ti mismo y que dejes de prestarle atención a la gente que te
rodea. Yo creo que es normal, todos necesitamos recomponernos de los golpes y
darnos un tiempo para poner las cosas en orden; pero si esto se alarga en el
tiempo siempre es bueno tener a alguien que llegue a tocarte a la
puerta y te de un tirón de orejas. Alguien que te explique que ahí fuera sigue
habiendo gente dispuesta a hacer lo que sea por verte reir, y solo por eso
merecen que derribes esa armadura. Ella lo hizo en su día y solo por eso hoy tengo que darle las gracias.